
Algunas de las diferencias respecto del porno clásico, según Revista Salvador, será que las parejas que participen en estos vídeos deberán cumplir con normas como estar casados y ser cristianos. Además, las escenas deben ser realizadas sin denigrar a la mujer ni al hombre y deben tener un lenguaje correcto basado en el amor.
Los esposos que participen de una producción porno cristiana nunca deberán tener relaciones adúlteras, a menos que también se muestre el castigo por su pecado.
Las exclamaciones de placer son aceptables, mientras sean sonidos naturales al hacer el amor. No deben haber blasfemias o juramentos, y los actores no deberán usar el nombre de Dios en vano.
Fuente: Diario24.
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